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¿A dónde se fue mi inspiración?

  • Foto del escritor: Runaway Magazine
    Runaway Magazine
  • 15 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Por Mar Mújica


Los días se reproducen como en un bucle infinito, despertar, entrar en crisis, comer, intentar trabajar, comer, terminar buscando por una hora algo que ver en Netflix, odiar lo que encontré en Netflix, comer, dormir. Pareciera que en ese ritmo de vida no hay cabida para la inspiración.


Si mi yo, de hace seis años que recién entraba a la universidad, supiera que el 2020 sería así, que a estas alturas no estaría ganando los miles, llena de contratos de trabajo, haciendo las cosas más creativas y jamás imaginadas, se nos muere la pobre.



Hay días que despierto llena de ideas, que siento que mis piecitos dejan de tocar el suelo, que no dejo de pensar que hay tantas cosas por crear, tantas que siento que el día no alcanza y entro un poquito en pánico. Pero después mi cuerpo entra en shock, simplemente aterrizo de golpe y me doy cuenta que estoy en confinamiento, que hay una pandemia mundial, que hay gente muriendo a cada hora, que hay miles de mujeres que no están seguras en casa, que hay manifestaciones en el país y el mundo entero, que todo se está cayendo a cachitos y de nuevo siento que, en este mundo, no hay cabida para la inspiración.


Para este punto, las personas que estén leyendo esto seguro piensan que soy la reina del pesimismo. Y probablemente no sea la reina, pero si tengo algún puesto en la corona.



Para mí, como artista ha sido de verdad complicado encontrar inspiración para crear, las pequeñas cosas que hace unos meses me llenaban de inspiración, hoy no funcionan y las pocas veces que he encontrado motivación para crear, viene desde la rabia, el enfado, la tristeza. Pero como diría nuestra querida Carrie Fisher, take your broken heart, make it into art. Y eso he intentado hacer.


Todos los días me pregunto, ¿por qué sufro por lo que pude ser o hacer? ¿Por qué no acepto que esto es lo que soy? ¿Por qué me aferro en encontrar inspiración en las nubes, las flores y el campo? ¿Por qué me cuesta tanto aceptar mi tristeza? Aceptar que esto es lo que estoy viviendo.



Sé que muchas de nosotras, pasamos por días así y sólo puedo decirles que intenten no atormentarse por crear a partir de todos esos sentimientos que nos dijeron que estaban mal -o por no poder crear- porque no pueden ver todo color de rosa y que inevitablemente, hay muchas cosas que nos duelen, pero hoy esta es nuestra realidad, y está bien. Embrace it.


Abraza que hoy no te sientes bien, abraza no sentirte inspirada, recuerda que las injusticias sociales no respetan pandemias, reflexiona sobre todo lo que está pasando. Mira más allá de lo evidente, que tu privilegio no te ciegue, que tu tristeza -sí es posible- se convierta en arte.  Mañana seguro será diferente.


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